La muralla que rodeaba (fig. 1) y defendía el burgo estaba fortificada por ocho (o quizás nueve) torres, algunas de planta cuadrada y otras semicircular (fig. 2). Se construía ligeramente inclinada con bloques de esquisto, colocados sobre hileras regulares y unidas mediante mortero de caliza. Dichos muros, caracterizados por un grosor de alrededor de 2,40 m, se extendía formando un perímetro con cinco lados de alrededor de 950 m de longitud. En el lado oeste, hacia el pueblo de San Gavino, se abría la puerta denominada de Santu Baingiu (fig. 3). Hacia el lado noreste, con una longitud de alrededor de 120 m, se abría el segundo acceso a la aldea, llamado puerta de Sardara (fig. 4).

Fig. 1 - Las murallas del complejo fortificado de Monreale (reelaborado por M. G. Arru, de Google Earth).

Fig. 2 - Planimetría de la torre semicircular C (de Uccheddu 2004, pág. 239).

El burgo estaba atravesado por una calle principal, sa ruga manna, que recorría el la localidad cortándola de forma longitudinal para unir los dos accesos presentes en los lados este y oeste de las murallas.

Fig. 3 - La puerta oeste llamada de San Gavino o de Santu Baingiu (foto de R. Bordicchia).

Fig. 4 - La puerta este llamada de Sardara (foto de R. Bordicchia).