Gema gnóstica
En la ladera oriental del Monte Sisiddo, hacia el oeste de Columbaris, se ha hallado una pequeña gema de forma ovoide en cornalina naranja (figs. 1-2), dividida den tres partes y en cuyas dos caras presenta una inscripción. Probablemente formaba parte de una montura de metal de un colgante de un collar, con función de talismán. En la parte principal (fig. 1) hay nueve frases en mayúscula con letra griega cuya interpretación es bastante difícil. En la parte trasera (fig. 2), hay dos frases en letras griegas y latinas, rodeadas por un marco ovalado que está quebrado (quizás representaba a Uróboros, la serpiente que se muerde la cola, fig. 3).
Los textos están vinculados con el ambiente mágico y simbólico. En la parte principal presenta dos invocaciones a Cristo y a los ángeles, mientras que en la opuesta parece que no contiene palabras auténticas.
Dichas fórmulas suponen que el objeto formó parte de la filosofía gnóstica e incluso de la categoría de las gemas "mágicas". El objetivo de estos objetos era proteger al propietario, al igual que los objetos vinculados con la magia blanca. Se trata de elementos de superstición heredados del mundo pagano y que siguieron en uso incluso después de la afirmación del Cristianismo. Las gemas gnósticas no aparecieron hasta el siglo III d.C. y su uso está demostrado durante toda la Era Bizantina. En Cerdeña se han hallado objetos parecidos en Tharros, Cabras (fig. 4) y Terralba (fig. 5), además de amuletos vinculados con el ámbito de la magia, como una lámina de plomo en Cornus. El lugar de producción podría ser la misma isla.