Durante las excavaciones de las cabañas (ambientes 11, 32, 41, 97 y 135 y la casa de patio 11) de la aldea de Barumini hallaron restos óseos de animales (figs. 1 y 2), la mayoría pertenecientes a razas domésticas (vacas, ovejas, cabras y cerdos). Cabe destacar también la presencia del ciervo como especie salvaje.

También han aparecido pequeñas cantidades de fragmentos de moluscos marinos, fruto de un consumo ocasional pero que evidencia el contacto con la costa.

Fig. 1 - Render de Su Nuraxi de Barumini (foto de Unicity S.p.A.).

Fig. 2 - Planimetría de Su Nuraxi de Barumini (de PAGLIETTI 2013, fig. 6, pág. 64).

En la cabaña 135 se han hallado restos de pequeñas aves, roedores y cuernos de ciervo en el interior de objetos de cerámica, que también contenían cenizas y carbón. Estos objetos estaban en los pozos excavados en la superficie rocosa natural, y los empleaban para las ofrendas y/o libaciones de los rituales en ámbito doméstico y comunitario (fig. 3).

Fig. 3 - Giovanni Lilliu dirige la excavación de la cabaña 135 de la aldea de Su Nuraxi de Barumini (de http://www.isoladelletorri.beniculturali.it/getImage.php?id=54&w=800&h=600&f=0&.jpg).

Los restos de animales ponen de manifiesto que en la aldea practicaban el ganado de algunos animales domésticos, como las ovejas, las cabras, las vacas y los cerdos, aunque la caza también desempeñaba un papel de cierta importancia por la presencia de restos de ciervo y jabalí. Mientras que las ovejas, las cabras y los cerdos los mataban incluso a una edad temprana, las vacas casi siempre llegaban a la edad adulta y, por lo tanto, muy probablemente las usaban para trabajos agrícolas y las mataban al final de su ciclo productivo.