A 3 km en línea recta del Palacio de Baldu se erige el Castillo de Balaiana, conectado mediante un sendero a la iglesia de San Leonardo, a pocos metros de distancia hacia el norte (fig. 1).

Fig. 1 - Panorámica del área de Balaiana: a la derecha se encuentra el castillo y, en el centro, la iglesia de San Leonardo (foto de C. Cocco).

El aula de culto, conocida también como Santu Ninaldu, surgió en la cima de un área de granito que domina gran parte del territorio de Luogosanto (fig. 2). Está ubicada en la región de Balaiana, a la cual se llega a pie a través de un sendero empinado.

Fig. 2 - La iglesia de San Leonardo de Balaiana (foto de C. Cocco).

Muy probablemente fue la capilla del castillo: la estructura de una nave de pequeñas dimensiones está formada solamente por sillares de granito, cuenta con un acceso en el lado sur, el ábside está orientado hacia el este y el anexo saliente de forma rectangular se encuentra en el lado oeste del edificio (fig. 3). En su interior cuenta con bóvedas de cañón y está cubierta por un techo inclinado formado por láminas de roca local. La luz y el aire dentro de la iglesia procedían de una ventana con forma de cruz en la fachada y de tres orificios rectangulares, en el ábside (fig. 4) y en los laterales largos.

Fig. 3 - Planta de la iglesia de San Leonardo (de Archeologia del territorio, pág. 284).

Fig. 4 - Iglesia de Leonardo, ábside: vista desde el este (de http://www.sardegnacultura.it/j/v/277?s=7&v=9&c=2488¬izia=17905&pic=1).

Su tamaño tan reducido ha llevado a pensar que la usaron para los talleres de las guarniciones del castillo y, según su forma, podría datar de la segunda mitad del siglo XII d.C. En Córcega también se han hallado estructuras similares, lo cual nos ha llevado a hipotetizar la presencia de artesanos especializados en el uso de granito durante el período románico.

La iglesia ya no cuenta con la estatua que, según la leyenda popular, la robaron los habitantes de Luras durante la segunda mitad del siglo XIX y la expusieron en su edificio de culto dedicado al mismo Santo. El culto de San Leonardo se difundió en Italia entre los siglos XI y XII. El Santo, originario de Galia, vivió entre el siglo V-VI y durante gran parte de su vida vivió como un ermitaño.

Posteriormente, gracias a una donación que le hizo el rey Clodoveo, construyó un monasterio y se convirtió en el abad. Está considerado el protector de los prisioneros, por eso lo representan con cadenas. En algunos casos del ámbito diaconal lleva el típico hábito de monje.