Restos Arqueológicos

Escarabeo de cornalina

En la necrópolis de Sant'Antioco se han hallado numerosos escarabeos tipo sello, entre los cuales uno de cornalina de color rojo intenso procedente de la tumba 6 PGM. Dicha tumba estaba formada por una cámara única detalladamente pintada y caracterizada por dos betilos esquemáticos entallados en la pared del fondo y que data del siglo V a.C.
El escarabeo, de un tamaño reducido (1,2x1,1x0,9 cm), cuenta con una montadura de ora formada por un anillo (1,7x1,5 cm) con los extremos enrollados en espiral y un garabato conseguido por torsión (figs. 1-3).
El dorso está caracterizado por la forma del insecto: una línea grabada en vertical destaca la pequeña hendidura entre los élitros, es decir, las plaquetas que en el insecto oculta y protegen las alas. Existe otra línea, casi con forma de pico, que delimita el protórax, es decir, la parte entre la cabeza y el tórax, y a la cual están unidos los élitros (fig. 4). La cabeza está bastante consumida y en los laterales se distinguen las patas en relieve (figs. 1-2).

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Figs. 1-2 - Dorso y lateral del escarabeo. Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (de SECHI 2005-2006, pág. 80, ficha 50).


En la base ovalada, dentro de un marco con forma de cuerda, se observa una figura humana masculina entallada, de estilo grecizante, que está desnuda y corriendo hacia la derecha. Lleva un casco en la cabeza (quizás un elmo) del cual sale su cabello rizado en la frente y la nuca. El personaje tiene el brazo derecho doblado en la espalda y sujeta con la mano derecha agarra el tallo de una flor que pasa por encima de su cabeza formando un arco y cuyo extremo acaba con un fruto o una flor. Su mano derecha se abre como para cogerlo (fig. 3). Como se ha mencionado, la iconografía es de estilo grecizante, aunque los escarabeos púnicos también incluyen imágenes y escenas de estilo egiptizante, orientales y etruscas, además de mixtas, que combinan elementos figurativos de varias culturas.

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Fig. 3 - Escarabeo de cornalina. Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (foto de Unicity S.p.A.).
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Fig. 4 - Base ovalada del escarabeo con un personaje masculino entallado (foto de Unicity S.p.A.).
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Fig. 5 - Anatomía del escarabeo (de OLIANAS 2011-2012, pág. 363).

 

La técnica usada es la de entalladura e incisión a mano libre. Además, usaban un taladro de punta redonda para crear los detalles de la musculatura y de los rasgos del rostro. A esta técnica la llamaban mixta. El escarabeo cuenta con la clásica hendidura longitudinal para introducir la montadura. El fino objeto, en piedra dura semipreciosa y oro, era un bien de lujo y pudo pertenecer a una persona de clase alta.
La cornalina es la segunda piedra más difundida en la glíptica púnica y en la sarda, después del jaspe verde, que es el material preferido para crear los escarabeos tipo sello (fig. 6). Otras de las piedras que usaban era la ágata, el cristal de roca y la calcedonia. Aunque existen varios ejemplares, en particular pertenecientes a la época fenicia (siglos VII-VI a.C.) que son de pasta o esteatita.

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Fig. 6 - Dorso y base ovalada del escarabeo de jaspe verde con la iconografía de un cérvido agarrado por un águila. Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (foto de Unicity S.p.A.).

Tanto el verde del jaspe, como el rojo de la cornalina eran colores vinculados con el renacimiento, que a menudo usaban para crear otros amuletos. El escarabeo sí que era un amuleto y por eso tenía una cierta función de protección al acompañar al difunto al más allá. Aunque también se consideraba un sello personal que podría haber representado el signo de reconocimiento de algún funcionario, de un sacerdote o de una persona acaudalada con un cargo importante. También se ha hipotetizado que pudieran representar el "escudo" de la familia e incluso estar dotado de un significado religioso vinculado con los cultos mistéricos. El uso práctico del escarabeo como sello se ha podido demostrar gracias al hallazgo de numerosas crétulas en varios yacimientos, como en el de Selinunte y Cartago, y en Cerdeña en Cuccureddus de Villasimius, donde hasta ahora solamente se han encontrado 5 (fig. 7).

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Fig. 7 - Crétula de Cartago (de REDISSI 1999, nº 69).


En Sulky también se han hallado dos escarabeos de esteatita. Se considera que ambos son importados y que datan de un período arcaico entre el siglo VII e inicios del siglo VI a.C. Probablemente, el primero provenga de Egipto (fig. 8) y el segundo de Fenicia (fig. 9) según la inscripción en fenicio, característica que difícilmente se encuentra en los escarabeos del Occidente púnico.

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Fig. 8 - Escarabeo con jeroglífico de la colección Biggio de Sant’Antioco (de MOSCATI 1988, lám. XXXI, fig. 4).
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Fig. 9 - Escarabeo con jeroglífico de la colección Biggio de Sant’Antioco (de MOSCATI 1988, lám. XXXI, fig. 5).



Bibliografia

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  • G. DEVOTO, A. MOLAYEM, Archeogemmologia. Pietre antiche, glittica magia e litoterapia, Roma 1990.
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  • T. Redissi, Etude des empreintes de sceaux de Carthage in F. Rakob (a cura di), Karthago III. Die deutschen Ausgrabungen in Karthago, Mainz am Rhein 1999, pp. 4-92.
  • A. SECHI, Athyrmata fenicio-punici: la documentazione di Sulcis (CA), tesi di laurea, Università degli Studi di Pisa, a.a. 2005-2006.
  • J. VERCOUTTER, Les objects égyptiens et ègyptisants du mobilier funéraire carthaginois, Paris 1945.

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