La basílica dedicada al mártir Saturnino surge en el sector suburbano oriental de Cagliari de la Era romana, en el interior de un área que formaba parte de la amplia necrópolis que se extendía desde la colina de Bonaria hasta la zona de la moderna calle Sonnino, que usaron durante un arco cronológico que va desde la Era púnica tardía hasta la Era cristiana. El área funeraria identificada en las inmediaciones de la iglesia albergaba varios tipos de sepultura: sarcófagos, mausoleos, tumbas de «cappuccina», de túmulo, de cúpula y fosas al nivel del suelo (figs. 1-3). Posteriormente, la necrópolis fue reutilizada por la comunidad cristiana de Cagliari y albergó tanto sepulturas paganas como cristianas. Algunos epígrafes hallados en el yacimiento de S. Saturnino demuestran la presencia de tumbas reservadas a los religiosos y eclesiásticos de la Iglesia de Cagliari, que datan del siglo V-VI.

A poca distancia del complejo de S. Saturnino, bajo la iglesia de San Lucifer (construida en el siglo XVII tras el hallazgo de la presunta tumba del obispo de Cagliari, Lucifer, que vivió en el siglo IV), se conservan los restos de algunos ambientes funerarios conocidos como «iglesias subterráneas» o sacelios de Lusorio, Rude y Lucifer.

Fig. 1 - Tumbas de fosa revestidas con losas de piedra y terracota (foto de Unicity S.p.A.).

Fig. 2 - Sarcófago de caliza con tapa (foto de Unicity S.p.A.).

Fig. 3 - Sarcófago de caliza con tapa (foto de Unicity S.p.A.).