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La iglesia rupestre de Sant’Andrea Priu

La domus de janas, conocida como la «Tumba del Jefe» y formada por 18 ambientes, cuenta con una pequeña entrada, una antecámara y dos ambientes principales desde donde se abren el resto de cuartos de un tamaño inferior.

En la Era Paleocristiana, bizantina y medieval, la parte central de la domus fue usada como lugar de culto cristiano y, además, fue sujeta a numerosas transformaciones que la convirtieron al final en una iglesia rupestre. Probablemente, en el año 1313 la volvió a consagrar el obispo de Sorres Guantino di Farfara, a la cual llamaron Sant'Andrea. Durante su reutilización para el culto cristiano, la anticámara la usaron como nártex (lugar reservado para los catecúmenos, es decir, los que realizaban el recorrido de fe para ser bautizados), mientras que los ambientes principales se convirtieron, respectivamente en un aula para los fieles bautizados y en un bema (o presbiterio), es decir, la parte de la iglesia donde los sacerdotes oficiaban la misa, reservado a los sacerdotes.

Las restauraciones que realizaron en 1997 permitieron recuperar parte de los frescos que cubrían las paredes de la iglesia. Durante dichos trabajos, limpiaron los frescos pertenecientes a diferentes épocas que estaban cubiertos por una gruesa capa ennegrecida por el humo que hacía borrosa su legibilidad. De hecho, la presencia de varias capas de enlucido pintado confirman que estos ambientes fueron usados desde los primeros siglos del Cristianismo hasta la Edad Media. En la pared noreste del aula se ve una figura femenina, guirlandas y pájaros que hacen referencia al período paleocristiano, entre los siglos IV y VI d.C. (fig. 1).

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Fig. 1 - Frescos en la pared del aula (foto de Unicity S.p.A.).

En las paredes del bema hay restos de frescos paleocristianos, sobre los cuales están superpuestos los de la época sucesiva (que datan de la segunda mitad del siglo VIII d.C.): el ciclo decorativo con escenas del Nuevo Testamento (Anunciación, Visitación de María a Elisabet, Nacimiento de Jesús, Adoración de los Reyes Magos, Presentación de Jesús al Templo, la Matanza de los inocentes, Retorno de Egipto de la Sagrada Familia (fig. 2); el Cristo benedicente enmarcado por símbolos de los cuatro evangelistas; los Apóstoles, San Juan Bautista y la Virgen.

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Fig. 2 - Escenas del Nuevo Testamento en las paredes del bema (foto de Unicity S.p.A.).

El tejado del bema, decorado con motivos geométricos, lo abrieron para crear un lucernario cuadrado que llega hasta el piso superior atravesando la roca de un grosor aproximado de 5 metros. Bajo el lucernario colocaron el altar paleocristiano, que posteriormente (probablemente después del siglo X) lo movieron a la pared sureste del bema, donde se encontraba el ábside (fig. 3). También es probable que durante la primera mitad del siglo XIV, cuando la iglesia la dedicaron a San Andrea, realizaran trabajos de mantenimiento de las superficies pintadas.

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Fig. 3 - El ábside de la pared sureste del bema (foto de Unicity S.p.A.).
 

Bibliografia

  • BONINU A., SOLINAS M. (a cura di), La necropoli di Sant'Andrea Priu, Macomer, 2000.
  • CAPRARA R., La necropoli di Sant'Andrea Priu, Sardegna Archeologica. Guide ed itinerari, Sassari 1986, pp. 3-73.
  • CORONEO R., SERRA R., Sardegna preromanica e romanica, Milano 2004, pp. 61-68.
  • CORONEO R., Chiese romaniche della Sardegna. Itinerari turistico-culturali, Cagliari, 2005, pp. 55-56.
  • SPANO G., Catacombe di Sant'Andrea Abriu presso Bonorva, in Bullettino Archeologico Sardo, II, pp. 170-179.
  • TARAMELLI A., Fortezze, recinti, fonti sacre e necropoli preromane nell'agro di Bonorva, collana Monumenti antichi dei Lincei, Roma, 1919, coll. 765-904.

 

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