Las cistas líticas: función y utilización (ritual funerario)
En el V-IV milenio a.C., contemporáneamente a la costumbre de enterrar en una fosa, se difunde en España, Francia, Córcega y Cerdeña el uso de enterrar al difunto al interior de una cista lítica.
Este aspecto del megalitismo funerario está documentado en la necrópolis de Li Muri, y se remonta al Neolítico reciente sardo (3400-3200 a.C.).
La cista, sola o asociada a otras en pequeñas necrópolis, está formada generalmente por cuatro bloques de piedra adosados y enterrados; puede estar enterrada con respecto al nivel del suelo o estar visible en superficie, de forma rectangular, cuadrada o trapezoidal, sin estructura de protección o encerrada al interior de un anillo de losas de piedra sujetadas con grava de tamaño pequeño y mediano y estructura en túmulo circular o con anillo de piedras individuales, de doble paramento o de grandes losas de piedra verticales (fig. 2).
No se conoce el tipo de cobertura de las cistas funerarias de Li Muri, encontradas siempre sin la probable losa superior.
Lo mismo ocurre en monumentos similares de Córcega meridional asimilables a los de Gallura, hecho que ha llevado algunos a suponer la original existencia de una cobertura de madera.
Bibliografia
- ANTONA A., LO SCHIAVO F., PERRA M., I tumuli nella Sardegna preistorica e protostorica, in A. NASO A. (a cura di), Tumuli e sepolture monumentali nella protostoria europea, Atti del convegno internazionale, Celano 21-24 settembre 2000, RGZM-Tagungen, Band 5, Mainz 2011, pp. 237-258.
- ANTONA A., Arzachena. Pietre senza tempo, Sassari 2013, pp. 72-83.