Además de la necrópolis en círculos de Li Muri de Arzachena, prueba de una precoz manifestación del llamado fenómeno megalítico de origen europea, durante las fases Neolíticas de San Ciriaco (3400-3200 a.C.) y de San Michele di Ozieri (3200-2850 a.C.), se conocen otros restos funerarios (fig. 1): deposiciones individuales o múltiples en fosas cavadas en la tierra, a veces debajo del pavimento de la cabaña, sepulturas colectivas y osarios en cuevas naturales, domus de janas, dolmen, y tumbas mixtas.

Fig. 1 - Dolmen de Monte Maone, Benetutti (foto de E. Atzeni).

Las sepulturas se distinguen entre primarias o secundarias.

La sepultura primaria se refiere a la sepultura en la que el cuerpo no se lleva a otro lugar de deposición. La sepultura secundaria se refiere a la sepultura en la que el cuerpo se mueve desde el lugar del deceso. En Gallura el fenómeno del hipogenismo (fig. 2), comúnmente atribuido a comunidades de tipo agrícola, aparece solo de manera aislada y limitada a las zonas más marginales (domus de janas de Lu Calteri en Trinità d’Agultu, Tisiennari en Bortigiadas, y San Lorenzo y Solità en Budoni), mientras resulta ser completamente ausente en la zona de Arzachena, donde por el contrario prevalece otro ejemplo de arquitectura funeraria megalítica, el dolmen, antropológicamente relacionado con grupos humanos que se dedicaban a la ganadería (fig. 3).

Fig. 2 - Entalladuras de la pared NW de la celda D de la domus de janas de Tisiennari de Bortigiadas (desde http://www.isoladicerdeña.com/gallura/bortigiadas_file/image001.jpg).

Fig. 3 - Dolmen Li Casacci de Arzachena (desde MANCINI 2010, pág. 24).