La tumba de los gigantes son grandes monumentos funerarios colectivos exclusivos de la Cerdeña nurágica (1600-1150 a.C.), cuya forma recuerda a un prótomo taurino porque se parece a una cabeza de toro.

Fig. 1 - Mapa de distribución de las tumbas de los gigantes (de MORAVETTI 2014, pág. 50).

Hasta el año 2003 se habían encontrado aproximadamente 800, mayormente concentradas en las zonas centro-orientales de la isla, entre el Golfo de Orosei y el sur de la Planargia.

Este tipo de arquitectura funeraria representa la evolución de las tumbas con un pasillo cubierto, a las que llamaban alleè couverte. Estaban constituidas por un largo cuerpo con una parte final semicircular (ábside) y una parte delantera curva que se prolongaba lateralmente en dos alas que delimitan un área ceremonial llamada exedra. El centro de la exedra está caracterizado por la altura máxima del monumento, que disminuye progresivamente hacia los extremos de las alas y hacia el ábside. En el centro-norte de Cerdeña, durante la Edad del Bronce Media II (1400-1300 a.C.), la tumba de ortostatos con la estela arqueada (fig. 2) fue sustituida por un tipo de tumba de mampostería realizada con una técnica isódoma o en bloques poligonales, sin estela, y con una entrada con arquitrabe (figs. 3, 4).

Fig. 2 - Tumba de los gigantes de Li Lolghi-Arzachena
(de MORAVETTI 2014, pág.53).

Figs. 3, 4 - Tumbas de los gigantes II-III de Madau-Fonni (de MORAVETTI 2014, págs. 58-59).

En las cámaras funerarias solía haber nichos y, a lo largo de la exedra, también había bancas, fogones, fosas para las libaciones y betilos, que demuestran la presencia de los rituales fúnebres que realizaban cerca de la entrada.

Hoy en día todavía se debate la función del sillar "dentellado", un elemento arquitectónico paralelepípedo o troncopiramidal que, supuestamente, estuvo colocado en el centro de la exedra, según el eje de la entrada. Ha sido demostrado en las tumbas de tipo isódomo con una exedra de mampostería, caracterizada por tres surcos entre los cuatro dentellones (fig. 4).

Este sillar ha sido interpretado como un elemento vinculado con un sistema de abertura y cierre del espacio de la tumba para poder colocar al difunto desde la parte superior.

Fig. 5 - Reconstrucción de la tumba de los gigantes de tipo isódomo (de MORAVETTI 2014, pág. 63).

Generalmente, las tumbas de los gigantes estaban estrechamente vinculadas con los nuragas y/o la aldea. Solían estar aisladas o agrupadas al servicio de varios asentamientos del territorio de alrededor, más o menos cerca de las sepulturas.