Los descubrimientos que hicieron durante las excavaciones del santuario nurágico de S’Arcu 'e Is Forros (fig. 1), que datan de finales de la Edad del Bronce final y la primera Edad del Hierro, han permitido imaginar el lugar como un centro de recolección de bienes preciados y de consumo bajo forma de ofrendas sagradas, además de un lugar de acumulación de objetos tanto íntegros como rotos, destinados a una segunda fundición, de atesoramiento y de gestión de la riqueza del amplio repertorio de las ofrendas votivas, estrechamente vinculado con un intercambio comercial continuo con Etruria y Levante.

Fig. 1 - Foto aérea de S’Arcu ’e Is Forros (foto de Unicity S.p.A.).

El conjunto de los datos relativos al hallazgo de los varios cuartos de almacenamiento (fig. 2), compuestos por grupos de objetos de metal que ocultaron dentro de las cabañas (fig. 3), representan una forma de acumular metal que podría indicar una fuerte unión entre los indígenas y los forasteros en el ámbito de la tecnología, la política y la religión.

Fig. 2 - Foto aérea de las insulae donde se han hallado los 3 cuartos de almacenamiento (foto de Unicity S.p.A.).

Fig. 3 - Jarra de bronce, trípode de hierro y figura de bronce de una embarcación hallados en el cuarto de almacenamiento 3 (de FADDA 2012, fig. 96, pág. 76).

Por lo tanto, pudo haber sido un gran complejo de culto, formado sobre un modelo de organización socioeconómica bien organizado y que era capaz de gestionar los importantes recursos con los que contaban, la gran variedad de actividades artesanales especializadas, y la notable fuerza-trabajo necesaria para realizar y supervisar las estructuras que se han hallado durante las excavaciones (insulae, áreas de culto, etc.).