La ermita de los santos Nicolás y Trano se encuentra sobre una ladera de granito no muy lejos de Luogosanto, a 2,5 km del Palazzo di Baldu. Los cimientos y los lados este y oeste de la iglesia están formados por roca natural (fig. 1) y en su interior el altar está constituido por granito negro. Además, dentro del aula rectangular se encuentra la cueva donde hallaron los cuerpos de los Santos. Se accedía a la misma a través de dos puertas colocadas respectivamente en los laterales largos (fig. 2).

Fig. 1 - Luogosanto, iglesia de San Trano (foto de Unicity S.p.A.).

Fig. 2 - Planimetría de la ermita de San Trano (de PINNA 2008, pág. 84, fig. 63).

La época y los acontecimientos de los cuales fueron protagonistas los dos Santos no se saben con certeza: según una tradición, Nicolás y Trano fueron dos anacoretos que vivieron a finales del siglo IV e inicios del siglo V d.C. y que se refugiaron en la cueva de Luogosanto. Una segunda hipótesis vincula a los dos ermitaños con una comunidad monástica bizantina asentada en la zona. Otra de las lecturas de la vida de estos dos Santos indica que vivieron entre el siglo XI y el siglo XII, momento en el que se difundió el ejemplo de San Nicolás de Trani, monje ermitaño.

El legendario hallazgo de las reliquias tuvo lugar en 1227 en el área donde se encuentra el actual lugar de culto. Dicho hallazgo se mencionó en una carta de 1519 escrita por el obispo de Ampurias y Civita. En dicho texto se describe la historia de dos monjes franciscanos que, durante su peregrinaje hacia la Tierra Santa en el año 1218, la Virgen les encargó que hallaran los restos de los ermitaños Nicolás y Trano en Cerdeña, en un lugar llamado Cabosoprano, y de construir tres santuarios dedicados a ellos dos y a la Virgen. En 1227, con la ayuda del juez Ubaldo Visconti, los dos monjes llevaron a cabo su tarea: construyeron una iglesia en la cueva (fig. 3); la segunda en la localidad de Lu Rotareddu (que destruyeron en 1912); y la tercera albergó la reliquias de los ermitaños bajo el altar mayor.

Fig. 3 - Ermita de San Trano: interior (foto de Unicity S.p.A.)

Según algunos expertos, la presencia franciscana en Luogosanto creó la leyenda de los Santos Nicolás y Trano, que también han sido representados con una túnica marrón.