Culto de Santo Stefano
Cerca del Palacio de Baldu se encuentra la iglesia dedicada al Santo Estéfano (quizás un lugar de culto de la homónima aldea mencionada en el siglo XIV), cuya estatua de mármol se encuentra en el Museo diocesano de Luogosanto (fig. 1).
Este culto estuvo muy difundido porque el santo, que vivió en el siglo I d.C., fue el primer mártir cristiano, motivo por el que se celebra al día siguiente del nacimiento de Cristo (26 de diciembre). Se desconocen sus orígenes, aunque quizás fue griego, debido a su nombre (que significa "coronado"). Además, parece ser que en el Hecho de los Apóstoles (6-7), Estéfano fue un punto de referencia para la comunidad helénica. Para concluir una polémica que surgió en Jerusalén entre los griegos y los judíos por la distribución cotidiana de limosnas a las viudas, propusieron elegir entre la población a 7 hombres sabios de buena reputación llamados diáconos: entre estos eligieron a Estéfano (fig. 2).
Mientras realizaba sus tareas, al mismo tiempo también hacía milagros, predicaba y convertía a mucha gente que llegaba a Jerusalén en la fe de Cristo. De esta forma se mezclaron los hebreos helenísticos: ellos lo acusaron de "haber blasfemado contra Moisés y contra Dios" (6, 11) y lo llevaron ante el Sanedrín aproximadamente hacia el año 36 d.C. Llevaron al condenado fuera de la ciudad para que lo lapidaran mientras oraba. Las reliquias se encontraron en el año 415.
Generalmente, en las iconografías, el mártir aparece joven y sin barba, con la típica dalmática del diácono y la estola. Algunos de los elementos particulares son las piedras, en recuerdo de su muerte, que comienzan a ser más comunes a partir del siglo XII (fig. 3), o incluso se indica el terreno rocoso que hace referencia a la lapidación. Sin embargo, hay otros elementos más genéricos que indicarían su muerte por haber transmitido la fe, que son el Libro de los Evangelios, símbolo del diaconado, o la palma del martirio. La estatua que se conserva en la iglesia de Luogosanto representa al santo de rodillas, con los brazos abiertos como símbolo de que estaba orando mientras sufre el martirio.
Bibliografia
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