Bandeja de corcho
Durante las investigaciones arqueológicas en el espacio delta dentro del torreón, se halló una gran bandeja de corcho que, probablemente, usaban para servir las carnes y la carne de caza en la mesa de los señores del castillo (fig. 1).
El corcho se usa desde la antigüedad para crear los tapones de las ánforas (fig. 2), los contenedores, los flotadores de indicación en los puertos y como aislante en los techos de las casas. En Cerdeña, las primeras pruebas de uso del corcho se remontan al período nurágico: en el nuraga Losa di Abbasanta y en el de Santu Antine di Torralba se han hallado fragmentos de contenedores de corcho que, probablemente, usaban para conservar armas y otros objetos. En cambio, en la necrópolis cartaginense de Tharros, se han hallado fragmentos de corcho que usaban para el calzado.
Durante la época romana, producían recipientes, tapones para contenedores de cerámica, flotadores para los equipos de pesca y zapatos de mujer con corcho.
A partir de la Edad Media, los artesanos comenzaron a usar el corcho para actividades agropastoriles, como para la creación de contenedores de varios graneros grandes, como las características bandejas para asados, taburetes, recipientes para preparar el queso, contenedores para medir los cereales y colmenares (figs. 3-4-5-6).
Un unicum datado de la Alta Edad Media está representado por un espejo de bronce con un marco de bronce con una tapa corrediza y decorada con diseños en hilos e plata, procedente de Cornus (fig. 7).
Bibliografia
- S. DETTORI, M.R. FILIGHEDDU, M. GUTIERREZ, La coltivazione della quercia da sughero, Sassari 2001.
- A. ANTONA, A. BONINU, V. CANALIS, R. CAPRARA, G. M. DEMARTIS, G. DORE, F. GUIDO, F. LO SCHIAVO, F. MANCONI, M. MURA, M. L. UBERTI, Il Museo Sanna in Sassari, Sassari 1986.