Leonor de Arborea
Los acontecimientos relacionados con Leonor de Arborea y su familia están estrechamente vinculados con el castillo de Monreale, que no sólo servía para defender los límites del reino, sino que también representaba una cómoda residencia para los soberanos.
La célebre jueza (fig. 1) muy probablemente nació en Cataluña, España, alrededor de 1340. Sus padres eran Mariano de Bas-Serra (hermano del juez de Arborea Pedro III) y Timbora de Rocaberti, y tuvo dos hermanos, Hugo y Beatriz. Desde los primeros años, Eleonora vivió en Oristano, donde se mudó su familia. A principios del año 1347, murió Pedro III y eligieron como juez al padre de Leonor, Mariano IV, que reinó desde el año 1347 hasta el 1376 (fig. 6).
En 1376, Leonor se casó con Brancaleone Doria, perteneciente a una poderosa familia que controlaba gran parte de la Cerdeña del noroeste y, tras la boda, se mudó con su marido a Castelgenovese (en la actualidad, Castelsardo), donde nacieron sus hijos Federico y Mariano. Tras la muerte de su padre Mariano IV, el hermano de Leonor, Hugo III, pasó a ser el juez pero lo asesinaron en 1383. Tras este trágico acontecimiento, Leonor, la única hija sobreviviente de Mariano IV (su hermana Beatriz murió en 1377), impuso sus propios derechos de sucesión al trono y decidió que el próximo juez debía ser su hijo Federico. Sin embargo, como todavía era un niño por aquel entonces, Leonor asumió su tutela como jueza regente.
Durante el reinado de Pedro II, el juzgado de Arborea tuvo una alianza subalterna con los soberanos de Aragón, pero con Mariano IV la política exterior de Arborea se centró en posiciones antiaragonesas y, en el año 1353, comenzó la guerra entre los dos reinos.
Tras haber recuperado el poder, Leonor gobernó los territorios de los juzgados de forma autónoma, mientras que el Rey de Aragón intentó limitar su poder dentro de un vínculo vasallático (relación mutua de fidelidad y protección entre señor y vasallo).
Los acontecimientos se precipitaron cuando en el año 1383, Leonor volvió a abrir las heridas contra los aragoneses. La decisión de continuar con la guerra surgió en el momento en el que su marido Brancaleone se encontraba en Barcelona en el doble cargo de súbdito fiel del Rey de Aragón y de marido de la jueza rebelde de Arborea. Arrestaron a Brancaleone y, durante los primeros meses de 1384, lo encerraron en Cerdeña con el fin de usarlo como instrumento de presión contra Leonor. Querían acordar rápidamente un tratado de paz favorable para Aragón, además de que entregaran como rehén al pequeño juez Federico a cambio de la libertad del marido
Leonor no perdió los ánimos y rechazó la propuesta. De esta forma confirmó su política de guerra a pesar de que dentro del mismo juzgado estuvieran surgiendo nuevas tensiones. Después de arduas negociaciones en pro de la paz entre Arborea y Aragón, firmaron el tratado de paz el 24 de enero de 1388 en Cagliari. El año anterior murió el hijo de Leonor, el juez Federico, y lo sucedió su hermano Mariano, de nueve años, mientras Leonor conservó su regencia.
El 1 de enero del año 1390 se acordó la liberación de Brancaleone Doria, que pudo dejar el castillo de Cagliari algunos días después.
Durante los últimos años, Leonor se apartó de la vida política y la dejó en manos de su marido y su joven hijo Mariano V. Según la leyenda, probablemente murió en 1403 en un lugar indefinido.
Entre los años 1385 y 1391 (se desconoce la fecha exacta), Leonor promulgó la Carta de Logu, una obra en lengua sarda y de gran importancia que incluye un código civil y penal más un código rural, elaborados en los tiempos del padre de Leonor, el soberano Mariano IV.
La Carta de Logu (fig. 4) sobrevivió al final del reino de Arborea y de los juzgados sardos y permaneció en vigor hasta la época española y de los Saboya hasta la promulgación del Código de Carlos Felipe en abril de 1827. No se ha encontrado el original del documento, sólo se conoce el texto mediante dos redacciones relativamente tardías: un manuscrito de papel del siglo XV que en la actualidad se encuentra en la Biblioteca universitaria de Cagliari, y un incunable sin portada y colofón que se puede atribuir a finales del siglo XV.
Bibliografia
- A. MATTONE, s.v. Eleonora d’Arborea, in Dizionario biografico degli Italiani, vol. XLII, Roma, 1993, pp. 410-419.
- L. ORTU, Storia della Sardegna. Dal Medioevo all’Età contemporanea, Cagliari 2011.
- F.C. CASULA, s.v. Eleonora, regina-reggente di Arborea, in Dizionario Storico Sardo, vol. 5, Cles (TN) 2006, pp. 1258-1261.