(Era Púnica)

Una ánfora es un recipiente de terracota de forma ahusada o globular con dos asas que usaban en la antigüedad para transportar alimentos líquidos (vino y aceite) o sólidos (trigo y otros cereales). La única prueba que demuestra la continuidad de vida en el asentamiento de la era fenicia e incluso en la era púnica es un fragmento (fig. 1) del borde de una ánfora de Quíos.

Se puede datar entre el siglo V a.C. y la primera mitad del siglo IV a.C. La frecuentación durante la era púnica está demostrada por datos más consistentes: fragmentos de ánforas greco-itálicas antiguas halladas en la parte más alta de la roca y en la localidad histórica de Posada (fig. 2). Los restos que se han hallado son partes del borde grueso y hacia fuera, y del cuello de la ánfora. En uno de los casos conserva la parte superior del cuello con las uniones de las asas anchas y el tapón de arcilla en su posición original, que probablemente podría demostrar un sucesivo uso de la ánfora (figs. 3 y 4).

Probablemente, la producción de los fragmentos proviene del sur de Italia, datados de entre finales del siglo IV a.C. e inicios del siglo III a.C. Tanto las ánforas de Quíos, como las de origen greco-itálico se usaban para contener y transportar vino.

Fig. 1 - Fragmento de una ánfora de Quíos (de SANCIU 2012, fig. 4).

Fig. 2 - Fragmentos de ánforas greco-itálicas antiguas (de SANCIU 2012, fig. 5).

Fig. 3 - Ánfora greco-itálica antigua con tapón de arcilla (de SANCIU 2012, fig. 5).

Fig. 4 - Ánfora greco-itálica del mar de la costa de Ogliastra (de SANCIU 2012, fig. 13).