Figuras de bronce
Las figuras de la era nurágica eran esculturas realizadas mediante la técnica de cera perdida. Generalmente eran miniaturas de personajes masculinos, femeninos o incluso animales. Se han hallado sobre todo en lugares de culto y, por este motivo, los expertos las han interpretado como objetos exvoto.
En el nuraga Pizzinnu de Posada se han encontrado algunas figuras de bronce particularmente interesantes:
Arquero orante con arco sobre el hombro (siglos X-VII a.C.)
Está caracterizado por 19 cm de alto y representa a un arquero con un arco en el hombro y un elmo hemisférico con unos cuernos (fig. 1). El rostro está caracterizado por orejas redondas, ojos salidos, cejas finas y nariz recta y saliente. Lleva una túnica lisa y tiene el cuello protegido por un collar decorado. El arco está apoyado sobre el hombro izquierdo y la albaja la lleva en los hombros. Las piernas están protegidas por grebas. El brazo derecho está extendido hacia delante haciendo el gesto de saludo ritual.
Guerrero orante (siglos X-VII a.C.)
Representa a un guerrero orante con coraza y elmo, en posición de descanso y saludo (fig. 2). Tiene una altura de 21,7 cm y luce un rostro con orejas redondas, una nariz piramidal, ojos ovalados, labios gruesos y cuello cubierto por un collar. Lleva un elmo hemisférico con una cresta mediana y cuernos. Luce una pequeña coraza acanalada con correas y una falda lisa de doble capa. Las piernas están protegidas por grebas y los pies, con forma aparente de sidactilia, son trapezoidales.
Figura de toro (siglos X-VII)
Esta figura representa un toro de piel con un collar móvil. Tiene una altura de 13,2 cm y una anchura de 12,5 cm (fig. 3). El animal ha sido representado de forma muy estilizada: tiene un cuerpo fino y largo; en la cabeza se observan los grandes cuernos falcados y sus grandes ojos redondos, mientras que el cuello está decorado por un collar tipo anilla.
Además de la amplia producción de figuras de bronce de las personas que formaban la sociedad nurágica, también se han hallado numerosas reproducciones de animales, como bovinos, ovinos, caprinos, ovejas, perros, caballos, e incluso cérvidos y aves. Todos están caracterizados por una gran vitalidad y capacidad de evocar el ambiente natural existente en la isla durante la era nurágica.
En las figuras de bronce zoomorfas se pueden distinguir dos estilos: el "geométrico", que simplifica la forma, y el de "estilo espontáneo", que reproduce las figuras con el mayor realismos posible (fig. 4).
Bibliografia
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