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Sepultura mediante incineración

En la necrópolis de Is Pirixeddus de Sant'Antioco, tanto en la era púnica como en la romana, además del ritual de la inhumación, también realizaban la incineración.
En Sulky se practicó en plena era helenística, entre los siglos III y II a.C. No se trataba de la recuperación de un tipo sepulcral típico de la era fenicia (aproximadamente en los siglos VIII-VII a.C.), sino que fue el resultado de la difusión de un ritual funerario griego que se difundió en Cerdeña a partir de la conquista romana de la isla en el año 238 a.C. En estos casos a menudo se usaban, como osarios, unos recipientes que anteriormente usaban en el ámbito doméstico, como pequeñas jarras, urnas, ánforas (fig. 1), al lado de los cuales solían colocar un cipo o una gran piedra como marca. La reutilización de las vajillas de cocina para las sepulturas es muy común en el mundo antiguo, en varias épocas, a partir de la prehistoria.

 

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Fig. 1 - Ánfora púnica de origen cartaginés que usaban para albergar los huesos. Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (de BARTOLONI 2007, pág. 91, fig. 60).


En Sulky también se ha descubierto el ritual de incinerar sin urna, cuyas cenizas y huesos quemados los enterraban, con mucha probabilidad, tras colocarlos sobre pequeños sudarios. Se han hallado numerosas pruebas de dichos rituales dentro de las tumbas de cámara de hipogeos. Al lado de las mismas se han encontrado ajuares sencillos, encima de la capa de los restos de la incineración o en los nichos de los laterales con una capa de piedras pequeñas como lecho de reposo.

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Fig. 2 - Urna cineraria con un ungüentario romano colocados dentro de un nicho de cámara púnica de hipogeos de Sulky (de TRONCHETTI 1989, pág. 35, fig. 21).

En la época romana, le dieron el mismo uso a las cámaras de hipogeos del sepulcro de la era púnica. De hecho, los restos de las incineraciones los colocaban dentro de cajas de piedra de forma cuadrangular (figs. 2-4) o incluso dentro de urnas de plomo cuadrangulares o circulares. Aunque los contenedores más usados eran de terracota con una tapa o cubierto por cal.

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Fig. 3 - Caja de piedra usada como contenedor para las cenizas o los huesos quedamos que todavía los contiene en su interior. Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (foto de M. Murgia).
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Fig. 4 - Urnas cinerarias líticas con tapa de la edad romana. Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (foto de M. Murgia).


En otros casos, los restos incinerados de los difuntos los colocaban fuera de las cámaras en urnas, ollas o jarras, en fosas poco profundas y al lado también ponían una piedra como marca. El estado de conservación de dichos contenedores generalmente no es bueno. Sólo en uno de los casos, la necrópolis de Sulky ha encontrado dos completamente íntegros, incluida la tapa, que se han conservado en buen estado porque la fosa donde estaban había permanecido cubierta por una gran piedra que habían colocado como marca.

Bibliografia

  • F. BARRECA, La Sardegna Fenicia e punica, Sassari 1984.
  • P. BARTOLONI, Il museo archeologico comunale “F. Barreca” di Sant’Antioco, Sassari 2007
  • S. MUSCUSO, E. POMPIANU, Ipogei punici tra età punica e romana: la Tomba Steri 2, in M. B. COCCO, A. GAVINI, A. IBBA (a cura di), Atti del XIX Convegno Africa Romana (Sassari, 16-19 dicembre 2010), Roma 2012, pp. 2032-2059.
  • C. TRONCHETTI, S. Antioco, Sassari 1989.
  • C. TRONCHETTI, La necropoli romana di Sulci. Scavi 1978: relazione preliminare = QuadCa 1990, pp. 173-192.

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