El cipo con la inscripción fúnebre se halló a principios del siglo pasado en las inmediaciones de Fordongianus. El pequeño monumento fue cincelado y pulido en una época indefinida para usarse muy probablemente como material de construcción. De esta forma se perdieron muchos detalles aunque se puede reconocer su forma paralelepípeda que conserva parcialmente la parte superior constituida por una moldura triple con una hilera de dentellones en la parte inferior. En un lateral se ha conservado bien el símbolo de un hacha esculpido en relieve (figs. 1-3).

Fig. 1 - Cipo fúnebre de Germana, dedicado por su marido, que data de los siglos II-III d. C. foto N. Monari, Archivo RAS).

Fig. 2 - Cipo fúnebre de Germana, dedicado por su marido, que data de los siglos II-III d. C. (foto N. Monari, Archivo RAS).

Fig. 3 - Cipo fúnebre de Germana, dedicado por su marido, que data de los siglos II-III d. C. (foto N. Monari, Archivo RAS).

La inscripción, realizada por su marido, está dedicada a su mujer Germana que falleció a los 48 años y contiene una dedicatoria a los dioses Manes. Posteriormente, la sepultura se puso bajo la protección del hacha, representada en relieve en un lateral del cipo. 

El símbolo del hacha era célebre y conocido en todo el mundo romano occidental, donde se han encontrado sepulturas de la auténtica época imperial. Su interpretación no es unívoca y no todos los especialistas concuerdan con su significado. La definición más comúnmente aceptada es la de un símbolo que aleja el mal y que protege la tumba. Otros, en cambio, creen que dicha representación indica el tipo de sepultura de inhumación contrariamente a la cremación y otros sopesan que el hacha es un símbolo místico.

El nombre Germana no es romano y nos conduce a un origen local de una antigua tradición púnica. Según el estilo de las letras de la inscripción, data entre los siglos II y III d.C.