La localidad de Monte Sirai eligió este lugar por su paisaje y por un uso intenso de la superficie residencial de la meseta.

Fig. 1 - Monte Sirai (foto de Unicity S.p.A.).

La máxima expansión del asentamiento sucedió entre los siglos IV-II a.C., entre la era púnica tardía y la romano-republicana. Aunque las muestras más antiguas datan de la era fenicia, del siglo VIII a.C. Está organizado en áreas (a las que han llamado insulae), unidas entre sí por pequeñas plazas y calles, y edificios generalmente residenciales, aunque también artesanales y religiosos, como en el caso del templo de Astarté.

Fig. 2 - Monte Sirai, planimetría (reelaborado por GUIRGUIS 2013, fig. 11)

Las fases más antiguas del asentamiento, con restos neolíticos y nurágicos, datan del siglo VIII a.C. En los siguientes siglos, VII y VI a.C., una fase de construcción intensa afecta a toda la meseta: de este período es la necrópolis de incineración arcaica.

No se han hallado muchas muestras de otra fase en los edificios, que comienza con la conquista de Cerdeña por parte de Cartago en las últimas décadas del siglo VI y que continúa hasta la primera mitad del siglo IV a.C., sino en los restos hallados y en la cueva de la necrópolis hipogéica.

El complejo que hoy en día se ve se formó entre mediados del siglo IV y el siglo II a.C.: a esta fase corresponden otros núcleos de sepulturas y la abertura del santuario-tofet (fig. 3).

Fig. 3 - El área del tofet (GUIRGUIS 2013, fig. 7).

Durante las primeras décadas del siglo I a.C., comenzaron a abandonar Monte Sirai, aunque en la antigüedad tardía volvió a recibir gente, con un aumento en la construcción entre el siglo VI y el siglo VII a.C.