En el lado oeste de la calle, en el siglo VI d.C. se construyó un muyo caracterizado por la técnica llamada "pared estructural" o opus africanum, constituido por bloques unidos mediante morteros de barro y los espacios entre los sillares verticales con astillas de cal o de ladrillo (figs. 1-3).

Posteriormente, recubrían los ortostatos con enlucido y después los labraban para darle un aspecto más regular a la obra. Aún hoy en día se desconocen los orígenes de dicho aparejo de los muros aunque las pruebas más antiguas lo identifican en la era fenicia.

La misma denominación revela el área donde se realizó principalmente, es decir, en el África mediterránea, y con numerosas muestras en Sicilia (desde finales del siglo IV a.C.) y en Cerdeña. La técnica, apropiada por los romanos, gozó de una gran suerte porque se usó durante varios siglos.

Según la definición de J. P. Adam, las características peculiares delopus africanum son las «cadenas verticales de bloques donde se alternan piedras verticales y horizontales, estas últimas más anchas que las primeras. Dichas cadenas constituyen los elementos portantes del muro, unidos entre ellos mediante filas horizontales de piedras más pequeñas».

Fig. 1 - Muro en opus africanum (foto de Unicity S.p.A.).

Fig. 2 - Muro en opus africanum que cierre la vivienda de la zona noroeste y creando un acceso oblicuo de la calle. En la parte superior, un arco del siglo XVII (foto de AFS).

Fig. 3 - Muro en opus africanum que delimita el lado izquierdo de la calle empedrada (foto de AFS).