En el territorio de Bonorva se ha hallado una gran cantidad de monumentos de la Era nurágica (siglo XVII-VI a.C.): nuragas, aldeas, recintos megalíticos, fuentes y tumbas de los gigantes. En la mayoría de estos elementos es difícil establecer el momento de construcción, además del período de duración y de uso, debido a los insuficientes y poco significativos hallazgos en la superficie de los mismos.

Hasta la fecha se han identificado más de 50 nuragas, aunque la mayoría están destruidos. Los que eran de una única torre o con un plano complejo, se han edificado con roca natural, que de vez en cuando condicionaba el desarrollo planimétrico (fig. 1).

En las áreas limítrofes de los valles y de las vías de comunicación probablemente hubo torres de avistaje vinculadas con un auténtico sistema defensivo.

Fig. 1 - Sección del nuraga Puttu de Inza (de Taramelli 1919, fig. 30, págs. 73 - 74).

En la meseta de Su Monte se erige un complejo fortificado formado por ocho recintos megalíticos (muras). Los recintos, cercanos entre ellos, están formados por poderosas murallas, con una altura media de 2 m y un grosor de 2,5 m. Tienen forma redonda o trapezoidal y son accesibles desde una entrada de sección rectangular (fig. 2).

Fig. 2 - Foto de época del recinto de Mura de Sos Alvanzales (de Taramelli 1919, fig. 15, págs. 37 - 38).

Los restos en el ámbito funerario demuestra la presencia de tumbas de los gigantes, ubicadas cerca de los nuragas y con los que mantienen una estrecha relación topográfica y cultural.

Fig. 3 - Planimetría de la tumba de los gigantes de Pala’e Sulzaga-Bonorva (de Ialongo, Usai, Vanzetti 2012, fig. 2, pág. 1453

Construidas en piedra local, despojadas ya en la antigüedad, la mayoría están completamente destruidas. Recientemente, la tumba de los gigantes de Pala’e Sulzaga (fig. 3), de la que se conservan dos pequeñas hileras del muro que delimita la cámara sepulcral, ha sido objeto de investigaciones arqueológicas en donde se han hallado restos de cerámica de la Edad del Bronce reciente y final.

En cambio, la arquitectura religiosa está documentada por la fuente de Su Lumarzu (fig. 4), hallada a principios del siglo XX, que data de la Edad del Bronce final y la Primera Edad del Hierro.

Fig. 4 - Fuente nurágica de Su Lumarzu (de http://www.sardegnacultura.it/immagini/7_88_20070118152906.jpg).