El Neolítico en Cerdeña es un periodo importantísimo para el hombre (6000-2850 a.C.), gracias a las novedades sociales y tecnológicas que aparecieron en la agricultura y la ganadería.

Así nacieron los primeros asentamientos de tipo estable basados en una economía de tipo productivo, en el progreso en el uso de la piedra para fabricar herramientas de vario tipos y también en la elaboración de la arcilla documentada por una rica producción cerámica.

Incluso un territorio peculiar como el de Gallura, tuvo un papel dinámico en los intercambios de material lítico que desde las costas, a través de Córcega, alcanzaban el Occidente Mediterráneo.

La frecuentación del territorio de Gallura es evidente a partir del Neolítico Antiguo, como atestiguan, cerca del litoral, los restos relativos a puestos y talleres para la elaboración de la obsidiana y de la sílex sardos usados para la producción di armas y herramientas de uso cotidiano, relacionados con el tráfico comercial de estas materias primas que circulaban en la ruta del Mediterráneo Occidental a través de Córcega (fig. 1).

Fig. 1 - Hojas de sílex de Li Muri de Arzachena (desde MANCINI 2011, pág. 15).

El poblamiento se afianza durante el Neolítico Medio y Reciente con la presencia de asentamientos estables formados por pueblos de cabañas (Pilastru, Arzachena) o también por amparos debajo de las rocas (Mont’Incappiddhatu, Arzachena) de vocación económica agro-pastoral y, en particular, con la afirmación de módulos funerarios característicos antes (necrópolis de círculos megalíticos), y de más amplia difusión territorial después, que ven en el dolmen el desarrollo del megalitismo, o sea de los monumentos funerarios construidos con grandes piedras (fig. 2).

Fig. 2 - Mont’Incappiddhatu, Arzachena (desde http://www.arzachenacostasmeralda.it/wp-content/uploads/2012/10/fungo.jpg).

De hecho, son sobre todo los edificios funerarios, los dólmenes en particular, a determinar la pertenencia al territorio de parte de una comunidad y a circunscribir, probablemente, los límites del área habitada y utilizada por sus recursos naturales (fig. 3).

Fig. 3 - Dolmen Li Casacci de Arzachena (desde MANCINI 2010, pág. 24).

Considerados una de las primeras manifestaciones del megalitismo en Cerdeña, los círculos funerarios de Li Muri se han situado cronológicamente en la facies de transición  en San Ciriaco datada en la primera mitad del IV milenio a.C., que precede la ya conocida Cultura del Neolítico de San Michele di Ozieri (3200-2850 a.C.).