Hoy se propende a atribuir culturalmente la necrópolis de Li Muri a la facies de San Ciriaco, que se sitúa cronológicamente entre el Neolítico Medio y el Neolítico Reciente y se identifica por primera vez en el pueblo prehistórico de San Ciriaco di Terralba.

Los sitios más significativos para esta cultura son los de Cuccuru s'Arriu-Cabras), Sant'Iroxi-Decimoputzu, Contraguda-Perfugas y Monte d'Accoddi-Sassari (fig. 1).

Fig. 1 - Monte d’Accoddi (da da http://www.sardegnadigitallibrary.it/mmt/480/288088.jpg).

Las cerámicas de San Ciriaco se distinguen por una elaboración cuidadosa; no presentan ninguna decoración o presentan motivos entallados, graffiti o grabados, constituidos por líneas, círculos concéntricos y pequeños puntos encerrados al interior de triángulos (fig. 2).

Fig. 2 - Taza carenada (desde http://www.museocabras.it/wp-content/uploads/2014/06/museo-civico-giovanni-marongiu-cabras-a-cuccuru-2-410x305.jpg).

Se atribuyen a esta facies cultural también pequeños recipientes de piedra, entre los cuales la copa de esteatita encontrada en la cista lítica de la tumba en círculo n. 1 de la necrópolis de Li Muri, la cual formaba parte, junto a otros objetos, del ajuar sepulcral del difunto (fig. 3).

Fig. 3 - Arzachena, Necrópolis de Li Muri, vasija de esteatita (desde ANTONA 2013, pág. 82).

Característico de la fase San Ciriaco es un tipo de estatuilla femenina identificada como representación de la Diosa Madre (fig. 4).

Fig. 4 - Estatuilla femenina (desde http://www.museocabras.it/wp-content/uploads/2014/05/dea-madre-cuccuru-is-arrius-museo-civico-cabras.jpg).

Tras el periodo de la facies de San Ciriaco inicia la fase definida de San Michele, o de Ozieri, que toma su nombre de la gruta en la que los arqueólogos hallaron una serie de vasijas que aparecen por primera vez en el repertorio cerámico del Neolítico sardo, muy parecidas a las encontradas en los contextos del Mediterráneo oriental.

Hay una conexión también con las culturas de Europa occidental, que atestigua la existencia de una considerable red de intercambios en el Mediterráneo, también por el papel central que  Cerdeña tenía en el comercio de la obsidiana.