Los ambientes del torreón
La estructura del torreón del castillo de Monreale estaba formada por ambientes que se asomaban a los patios internos, a los que se accedía mediante una escalera de mampostería. En la actualidad sólo queda la planta baja del edificio fortificado, aunque el original contenía más de un nivel, como indica la presencia de los orificios en el muro perimetral donde se introducía el suelo de madera. En las paredes externas, por razones de seguridad, no existe ninguna abertura. Por lo tanto, todos los ambientes, incluso los de los pisos superiores, estaban iluminados por ventanas que daban al patio interno. Estaba formado por más niveles según la forma del suelo y aquí, bajo la superficie accesible, excavaron algunas cisternas que garantizaban importantes reservas de agua para los habitantes del castillo.
Se han identificado cinco ambientes al lado del muro del lado norte, dos en el lado sur y uno en el lado sureste, además de otro espacio hacia el noreste que se ha interpretado como una torre (figs. 1-2).
El ambiente alpha se encuentra en la esquina del lado noroeste del torreón y es el primero de los cinco cuartos pegados al muro perimetral del norte. Está caracterizado por un muro curvilíneo que quizás sirvió como estructura para conservar los alimentos (fig. 3). Estaba completamente lleno de tierra mezclada con materiales de varios tipos, por eso se ha identificado como un pequeño pozo medieval donde echaban la basura. Entre la tierra que lo llenaba se han recuperado semillas, huesos de animales pequeños, espinas de pescado, broches de bronce, fragmentos de vidrio, dados de hueso, partes de instrumentos musicales y, sobre todo, restos de cerámica (mayólica arcaica y mayólica valenciana) que se pueden datar entre los siglos XIV y XV.
El ambiente kappa se encuentra entre los cuartos alpha e iota. Aquí, bajo un suelo de principios del siglo XIV, se han hallado dos estructuras: una parte de una cabaña semienterrada datada de la Alta Edad Media, con un fogón y restos óseos de animales con restos de matanza, y un ambiente que quizás usaban para elaborar metales.
En el ambiente kappa se ha hallado una inscripción que hace referencia a las obras de construcción del castillo durante el primer cuarto del siglo XIII. En el ambiente iota (fig. 4), entre los cuartos kappa y theta, se ha observado el derrumbe de los suelos de madera de los pisos superiores del torreón. Por debajo de dichas capas había una gran cantidad de materiales variados que cubría un piso entero de tierra batida que, a su vez, se apoyaba sobre un suelo de losas de traquita que se puede datar entre los siglos XVI y XVII.
El ambiente theta se encuentra entre los cuartos iota y delta. Durante las excavaciones arqueológicas, se halló un gran placa de cocción que ha permitido identificar que su uso como cocina duró bastante tiempo. Se accedía desde el segundo piso del patio central, donde se encuentra una de las cisternas y un ambiente hipogeo para conservar los alimentos.
El ambiente delta se encuentra al este del ambiente theta, poco antes de la torre gamma. Se podía acceder a través del cuarto epsilon. Aquí se han encontrado numerosos fragmentos de vidrio y corcho, evidentemente relacionados con los desechos de una mesa señorial, y, además, también se ha hallado el fragmento de un vaso con el escudo aragonés (siglos XV-XVI). Se utilizó como cuarto de la basura dentro del torreón, donde probablemente desechaban materiales que no usaban desde lo alto de la torre este (ambiente gamma).
El ambiente gamma es un cuarto cuadrangular con una zona alargada pegada a la pared este del torreón. No se podía acceder directamente desde la planta baja, sino desde el primer piso del ambiente delta, probablemente a través de una escalera de mano. Este cuarto ha sido interpretado como una torre de defensa que quizás añadieron posteriormente para reforzar el complejo fortificado.
El ambiente epsilon se encuentra en el sector sureste del torreón, al cual se accedía desde el cuarto piso del patio central. Aquí se encontraba la estructura de madera que sostenía el rellano que permitía subir a los pisos superiores. La importancia del ambiente epsilon está vinculada con el descubrimiento de una parte de una cabaña nurágica semienterrada que atestigua las fases de vida del lugar anterior a la construcción del castillo medieval.
Bibliografia
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- G. UCCHEDDU, Le strutture murarie del castello di Monreale a Sardara, in V. GRIECO, I Catalani e il castelliere sardo, Cagliari 2004, pp. 181-240.
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- F. CARRADA, Ceramiche dal castello di Monreale (Sardara, Cagliari), in R. MARTORELLI, Città, territorio, produzioni e commerci nella Sardegna medievale. Studi in onore di Letizia Ermini Pani offerti dagli allievi sardi per il settantesimo compleanno, Cagliari 2002, pp. 378-417.