Ungüentarios de pasta vitrea policroma
En la necrópolis fenicio-púnica de Sulky se han hallado dos ungüentarios de pasta vitrea policroma, es decir, decorada con varios colores.
Se trata de dos balsamarios con forma de anforiscos (fig. 1) y de enócoes (fig. 2). Ambos están caracterizados por un color azul claro intenso, el color natural del vidrio, e hilos de colores vivos alternados cuyo color se ha obtenido añadiendo al compuesto químico básico otros elementos como los óxidos de hierro para conseguir el color amarillo, el óxido de cobre para el azul claro y el óxido de manganeso para el negro
Tanto el anforisco (que reproduce una pequeña ánfora), como el ecónoe (que representa a escala pequeña la forma cerámica que sirve para contener y verter el vino) han sido reconstruidos por varios fragmentos.
¿Qué eran y para qué servían los ungüentarios? Eran jarras pequeñas con algunas de las formas vasculares de cerámica más célebres, en particular la griega, que se han hallado en las necrópolis de cultura púnica y, en general, en las de la edad prerromana, en toda la cuenca del Mediterráneo. Además de los enócoes y los anforiscos, también están los aríbalos (fig. 3) y el alabastrón (fig. 4). Los aríbalos eran pequeños y tenían forma vascular y su función era contener ungüentos y aceites. En particular, los usaban los atletas durante sus entrenamientos. Los alabastrones también eran ungüentarios y estaban caracterizados por una forma vascular con un origen bastante antiguo, común en Egipto y en Oriente Próximo.
Las muestras halladas en la necrópolis de Sulky, datadas entre la mitad del siglo VI y el siglo IV a.C., también se usaron en todo el mundo púnico occidental, en el resto de Cerdeña, en Cartago, en Sicilia y en Ibiza.
En Sant'Antioco también se ha hallado un tipo de ungüentario con forma humana arrodillada delante de un canope. La figura, de estilo egiptizante, data del siglo VI-V a.C. y proviene del tofet de Sulky (fig. 5).
¿Cómo hacían los ungüentarios y qué características tienen sus decoraciones? Una de las técnicas de producción más comunes era humedecer o modelar el núcleo, envuelto en un trozo de tela y fijado al extremo de una barra o un asta. De esta forma, lo introducían en un contenedor de vidrio fundido y lo giraban sobre una lámina lisa, lítica o de metal para conseguir una superficie lisa. Modelaban la boca y la base y añadían las asas (probablemente con unas pinzas). La decoración la añadían con hilos, quizás con la ayuda de una herramienta de punta, sobre la base caliente y fluida.
Los ungüentarios eran objetos de lujo que contenían aceites balsámicos preciosos y perfumes que, además, también usaban en su vida cotidiana. Por ese motivo forman parte del ajuar personal del difunto y los colocaban en la tumba.
Bibliografia
- S. MOSCATI, Il mondo punico, Torino 1980.
- M.L. UBERTI, I vetri in AA. VV., I Fenici, Milano 1988.