La mayoría de los restos de la necrópolis romana de la antigua Sulky han desaparecido debido a que los romanos edificaron su necrópolis en la época imperial por encima de los hipogeos. A menudo usaron los dromos para los difuntos, de esta forma las sepulturas quedaban más bien en la superficie y expuestas a daños o destrucción debido a actividades agrícolas o de otra índole. La tumba de cappuccina es una de las formas de sepultura más características de la época romana imperial y la que más usaba la clase más humilde de la sociedad (fig. 1). De hecho, algunas son tan humildes que ni siquiera tienen un ajuar del difunto.

Fig. 1 - Tumbas de cappuccina de la necrópolis de Is Pirixeddus de Sant’Antioco (foto de Unicity S.p.A.).

Las construían formando un lecho de ímbrices figulinas, donde colocaban al difunto y que, posteriormente, cubrían con tejas inclinadas.

Fig. 2 - La colocación a dos aguas de los ímbrices que cubrían las tumbas de cappuccina (foto de Unicity S.p.A.).

En otros casos, colocaban al difunto directamente sobre la tierra o en un ataúd de madera o incluso sobre una "lectica" o litera de madera. Este aspecto está atestiguado por el hallazgo de clavos de hierro en ocho de las veinte tumbas de Sulky.
Generalmente, las tumbas de cappuccina de Sant'Antioco las colocaban en una fosa poco profunda excavada en la toba y con las tejas reforzadas con piedras o losas. Solían colocar tres o cuatro ímbrices en cada lado. De estas tumbas, en muy pocas se han encontrado objetos de ajuares. Se trata de ajuares que no eran fastuosos, en general compuestos por vasijas de varios tipos, lucernas y, en algunos casos, incluso monedas, que representaban el óbolo del barquero de las almas que las llevaba del mundo de los vivos al mundo de los muertos (figs. 3-4).

Fig. 3 - Jarra piriforme con un asa. Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (foto de Unicity S.p.A.).

Fig. 4 - Plato y fragmento de cuenco en cerámica sellada africana clara, con sello en planta pedis y una lucerna hallados en la necrópolis y expuestos en el Museo arqueológico “Ferruccio Barreca” (foto di C. Olianas).

El último de los hallazgos que cabe mencionar es una pequeña estatua de Venus que aún hoy en día conserva la policromia original y que fue hallada en una tumba a cappuccina que bautizarían como "Tumba de la Venus rubia" (fig. 5).
Por lo que respectan las fechas de las tumbas de Sulcis que se han analizado, según el estudio de los ajuares, harían referencia a un período entre el siglo II y el siglo III d.C.

Fig. 5 - Estatua que representa a Venus, de la «tumba de la Venus rubia», en el Museo arqueológico “F. Barreca” (foto de Unicity S.p.A.).