Los leones de Sulci
Durante las excavaciones de 1983, en los alrededores de la necrópolis de Is Pirixeddus (literalmente: "los pequeños pozos") hallaron dos esculturas monumentales de leones de bulto redondo. Se ha hipotetizado que los leones probablemente estaban colocados como "guardianes" en una puerta de la antigua ciudad púnica de Sulky, o quizás formaron parte de alguna estructura templar junto al anfiteatro romano, donde las dos estatuas estuvieron por última vez durante el siglo II d.C., con fines decorativos o como soportes de una tribuna.
Los leones, esculpidos con piedra caliza local, están sentados sobre las patas posteriores, con la pata delantera izquierda hacia adelante y la derecha hacia el suelo. Se supone que las fauces estaban abiertas como con la intención de rugir y la cola enrollada alrededor del muslo izquierdo (fig. 1).
Las patas anteriores son macizas y las garras siguen visibles a pesar del desgaste por el tiempo (fig. 2).
La cabeza, grande y cuadrada, se refina por la gran melena que la enmara con sus grandes mechones tallados y una musculatura completamente detalladas (fig. 3).
Las estatuas están colocadas sobre una plataforma arquitectónica cuyo fin era unirlas a un edificio. Contaba con una base de acanaladura egipcia, un arquitrabe rectangular que de un lado se apoya sobre las cabezas de los animales y se funde con las mismas, y por el otro se apoya sobre un pilar rectangular y con forma que es la unión entre la base y el arquitrabe y que se une a las estatuas por la parte posterior. La altura de las esculturas es de aproximadamente 156 cm (figs. 3-4).
Se podría hacer una comparación inmediata, por lo que respectan los hallazgos sardos, con el célebre león de Tharros (fig. 5), que se aleja notablemente de los leones de Sulcis por los rasgos generales del animal. A pesar de que se proponga la misma iconografía del león "guardián" agachado, el ejemplar de Tharros es, en general, más naturalístico y menos rígido. Dicho león también estuvo unido a alguna estructura mediante un arquitrabe. En la actualidad ha quedado una marca notable en la cabeza, aunque de peso reducido.
Los leones de Sulci tienen una similitud interesante con tantas esculturas griegas y de Oriente Próximo. De hecho, recuerdan a los prótomos de leones esculpidos sobre los estípites de una puerta de la ciudad de Ḫattuša, la capital del imperio hitita (fig. 6) y, en particular, algunas esculturas neo-hititas de los siglos X-VIII a.C. que, naturalmente, han influenciado en los artesanos fenicios. Como puede ser el caso de Arslantepe, guardianes de una de las puertas de la ciudad (siglos X-IX a.C.) o los leones agachados (la base de una columna), provenientes de Tell Tainat (figs. 7-8).
Es difícil atribuirles a los leones una fecha exacta. De conformidad con los elementos estilísticos que se han mencionado, algunos expertos indican que podrían pertenecer a finales del siglo VI a.C., mientras que otros investigadores afirman que las estatuas sean de la misma época de la construcción de las murallas urbanas, por lo tanto, pertenecerían a la primera mitad del siglo IV a.C.
Bibliografia
- P. BARTOLONI, Il museo archeologico comunale “F. Barreca” di Sant’Antioco, Sassari 2007.
- P. BERNARDINI, I leoni di Sulci, Sardò 4, Sassari 1988.
- K. BITTEL, Gli Ittiti, Milano 1997.
- S. MOSCATI, Il mondo punico, Torino 1980.
- S. MUSCUSO, La necropoli punica di Sulky, in M. GUIRGUIS, E. POMPIANU, A. UNALI (a cura di), Quaderni di Archeologia Sulcitana 1. Summer School di Archeologia Fenicio Punica (Atti 2011), Sassari 2012.