La deposición de las cenizas en el tofet de Tharros se realizaba empleando urnas de diversos tipos.

La fase más antigua, fechable entre las décadas finales del s. VII y el s. V a. C., se caracteriza por el uso muy frecuente de una forma particular de jarra, definida como jarra de cuello cilíndrico con saledizo o escalón a media altura. Solamente en las excavaciones de 1971 se encontraron 211 ejemplares (figs. 1-2).

Fig. 1 - Jarra de cuello cilíndrico del tofet (Oristán, Antiquarium Arborense) (foto de Unicity S.p.A.)

Fig. 2 - Jarra de cuello cilíndrico del tofet (Oristán, Antiquarium Arborense) (foto de Unicity S.p.A.)

Esta jarra representa la evolución de una forma fenicia documentada desde el s. VIII a. C. (fig. 3) y que se caracteriza por la falta de pie, por el cuello cilíndrico con saledizo y por un brocal agrandado y saliente; la decoración, cuando está presente, es muy escasa y se limita a una o más bandas de colores sobre el cuerpo (fig. 4); en los ejemplares más antiguos la decoración está totalmente ausente.

Fig. 3 - Urna del tofet de Mozia, de la mitad del s. VII a. C. (de CIASCA ET ALII 1973, lám. XLIII, 1)

La jarra, empleada como urna, se cubría habitualmente con un pequeño plato umbilicado (fig. 5)

Fig. 4 - Jarra empleada como urna del tofet de Tharros (de ACQUARO 1989, pág. 30)

Fig. 5 - Plato umbilicado que cubría la boca de la jarra (Oristán, Antiquarium Arborense) (foto de Unicity S.p.A.)

No es posible una datación más precisa que la anterior (alrededor del s. VII-V a. C.), a causa del fuerte conservadurismo de la artesanía cerámica fenicia y púnica, que conserva casi invariantes durante mucho tiempo las formas y las decoraciones de los vasos.