La necrópolis romana
Durante el período romano, alrededor de la ciudad de Tharros se disponían varias necrópolis. Desgraciadamente las excavaciones realizadas en el s. XIX en búsqueda de tesoros han devastado las tumbas del período romano, aunque eran bastante más pobres que las cartaginesas, y han dejado pocos testimonios.
A partir de los escasos datos, tenemos documentada la presencia de tumbas de incineración, en las cuales, dentro de una cavidad practicada en la roca se colocaba la urna con las cenizas, que podía ser de vidrio, terracota o también una pequeña caja de piedra. También se documentan otras tumbas de fosa o «a la capuchina». Los objetos de ajuar llevan a datar estas sepulturas en plena Época Imperial.
Conocemos mejor la pequeña necrópolis que se estableció a lo largo del s. I d. C. en el foso, parcialmente rellenado, de las fortificaciones de la colina de Su Muru Mannu (fig. 1).
Destaca en esta necrópolis un pequeño mausoleo, formado por un recinto de bloques de piedra y pobremente pavimentado con piedras irregulares, en el interior del cual se hallaba una tumba de cupa ya saqueada en la antigüedad y que cubría una modesta arca de piedra con los huesos del difunto (figs. 2-3), fechable en las décadas finales del s. I d. C.
Todas las otras tumbas, que se disponen preferentemente en el sector septentrional del foso, son del tipo cupa, o también de túmulo con cubierta semicilíndrica (figs. 4-6).
Estas tumbas se acababan con yeso, alisado cuidadosamente, y a veces estaban decoradas con una pintura a imitación de las losas de mármol que revestían las tumbas de difuntos de clase social más alta (fig. 7). En algún caso, frente a la tumba se observa una pequeña repisa o mesa, una piedra plana cementada y enyesada que se usaba para la comida simbólica en memoria del difunto (fig. 8).
El túmulo de cupa, construido en opus caementicum y de buen acabado, cubría la tumba, que podía ser del tipo «a la capuchina», con tejas (tegulae) a dos vertientes (fig. 9), o bien un simple sarcófago de piedra.
El examen de los pocos elementos de ajuar recuperados en estas tumbas, aún inéditos, lleva a datarlas durante el s. I d. C. y en las primeras décadas del II.
Las tumbas de cupa están muy difundidas en el Mediterráneo occidental, y en Cerdeña se ha encontrado una gran cantidad de ellas, distribuidas en las cercanías de los diversos centros urbanos.
Bibliografia
- L. BACCHIELLI, Monumenti funerari in forma di cupola: origine e diffusione in Italia meridionale, in L’Africa Romana, III, 1986, pp. 303-319.
- A.M. GIUNTELLA, Cornus I, 1.L’area cimiteriale orientale, Oristano 1999.
- E. ROMANÒ, Le tombe ‘a cupa’ in Italia e nel Mediterraneo. Tipologia architettonica, committenza e rituale, in Studi Classici ed Orientali, LII, 2006 (2009), pp. 149-219.
- C. TRONCHETTI, Tharros – Lo scavo della postierla e dell’edificio funerario nel fossato – Anno 1981, in Tharros XXIV – Rivista di Studi Fenici XXV (supplemento), 1997, pp. 39-42.