Fichas detalladas

Las termas romanas de Cerdeña

Las termas son, sin ninguna duda, uno de los edificios más característicos del mundo romano. Su presencia es un indicador de la romanización de un territorio y en Cerdeña se han identificado muchas, tanto públicas como privadas, urbanas o rurales (fig. 1).

1
Fig. 1 - Distribución de las termas romanas en Cerdeña (de ROWLAND 1981, fig. 3)

Los grandes centros urbanos, especialmente aquellos que no se han mantenido activos hasta la edad moderna, son los que han mantenido los edificios termales en mejor estado de conservación: Nora, Tharros y también Porto Torres y Fordongianus han conservado los ejemplos más completos.

La época en que se construyó reestructuró la mayor cantidad de edificios termales es, sin duda, el período a caballo entre los siglos II y III, cuando en toda la isla se produjo una gran actividad constructiva.

Las termas edificadas en esta época tienen todas un aspecto similar, como el tipo de recorrido circular, que partía del frigidarium para volver finalmente a él sin necesidad de volver sobre los propios pasos.

2
Fig. 2 - Las termas marítimas de Nora. Fase constructiva de inicios del s. III d. C. (de TRONCHETTI 1985, fig. 12)
3
Fig. 3 - Las termas marítimas de Nora (cortesía de Gianni Alvito - Teravista)
4
Fig. 4 - Las termas denominadas del rey bárbaro en Porto Torres (de GHIOTTO 2004, pág. 123)
5
Fig. 5 - Las termas del convento viejo en Tharros (foto de Unicity S.p.A.)

Evidentemente, este criterio no es unitario, y depende de las dimensiones y la estructura del edificio, así como también de otros elementos, como por ejemplo, la presencia de la gran piscina de agua curativa de las termas de Fordongianus, que constituye el núcleo de todo el conjunto (fig. 6).

6
Fig. 6 - Termas de Fordongianus: la piscina de agua termal (foto de Unicity S.p.A.)

Las metrópolis romanas en general, y en particular las sardas, estaban dotadas de más edificios termales, en función de su importancia: en Nora hay cuatro; en Tharros, tres; en Cagliari, tres como mínimo; en Porto Torres, dos.

En el campo se encuentran bastantes vestigios de pequeños edificios termales, aparentemente sin indicios de viviendas en sus proximidades. En estos casos, nos hallamos ante pequeñas aldeas de agricultores, cuyas viviendas estaban construidas con materiales pobres y perecederos, como piedras y ladrillos de barro, pero cuyo nivel económico era suficiente para permitir la construcción de unas termas (fig. 7), que actualmente son el único recuerdo de su existencia.

7
Fig. 7 - Termas rurales de Ulassai (Archivo de la Dirección Arqueológica)

 

Bibliografia

  • A. R. GHIOTTO, L’architettura romana nelle città della Sardegna, Roma 2004
  • C. COSSU, G. NIEDDU, Terme e ville extraurbane della Sardegna romana, Oristano 1998
  • A. MASTINO, C. VISMARA, Turris Libisonis, Sassari 1994
  • A. PAUTASSO, Edifici termali sub ed extra urbani nelle province di Cagliari e Oristano, in Nuovo Bullettino Archeologico Sardo, 2, 1985, pp. 201-228.
  • R. J. ROWLAND JR., I ritrovamenti romani in Sardegna, Roma 1981
  • C. TRONCHETTI, Le Terme a mare, in C. TRONCHETTI (ed.), Nora. Recenti studi e scoperte, Cagliari 1985, pp. 71-81.

Menu