Pátera de fabricación campana
Durante el s. III a. C. en el área de Nápoles se crearon diversos talleres de cerámica que producían vajillas revestidas con barniz negro; estos objetos se definen como cerámica campaniense A. Cuando, a inicios del siglo siguiente, Roma obtuvo en control de la Campania, estos talleres conocieron un increíble desarrollo, con mano de obra esclava y procedimientos de trabajo estandarizados, que permitieron producir decenas de miles de recipientes a muy bajo coste.
Estas vajillas luego se comercializaban por todo el Mediterráneo, junto a las ánforas que contenían el preciado vino campano.
Las formas de los recipientes transportados por mar eran mayoritariamente abiertas, es decir, platos, copas, escudillas, etc. que se podían apilar más fácilmente que las formas cerradas como las botellas y las ánforas.
El recipiente, procedente con bastante seguridad de un contexto funerario, dado su óptimo estado de conservación, tiene un fondo de perfil liso y oblicuo que termina en un pequeño borde vertical; en consecuencia se puede clasificar como una pátera (figs. 2-3).
Internamente, la pátera está decorada con estampación de cuatro pequeñas hojas de hiedra dispuestas radialmente, dentro de un círculo grabado con rodelas (fig. 4).
El recipiente es atribuible a la cerámica campaniense A por el tipo de barniz negro traslúcido y con reflejos metálicos; se puede asignar a la serie Morel F 2252, lo que da una datación de la mitad del s. II a. C. gracias a la presencia de la decoración, que después de esta fecha tiende a desaparecer.
Bibliografia
- J. P. MOREL, Céramique campanienne: les formes, Paris-Rome 1981, p. 153.
- C. TRONCHETTI, La ceramica della Sardegna romana, Milano 1996, pp. 27-29.