La extensa área territorial en la que se encuentra Tharros, la región del Sinis, se extiende hasta incluir el Montiferru y contiene muchos asentamientos prehistóricos, debido a las características favorables del terreno, rico en caza, pesca y adecuado para la agricultura (fig. 1).

Fig. 1 - El territorio del Sinis y del Montiferru en relación con Tharros (imagen de Google Earth; reelaboración de C. Tronchetti)

Entre los muchos núcleos prenurágicos, el más notable es sin duda el poblado situado en Cuccuru S’Arriu, en la riba del lago de Cabras. Además de las numerosas cabañas de Época Neolítica (IV milenio a. C.), se han excavado hipogeos de horno que contenían ajuares importantes. En concreto, en una de estas tumbas (fig. 2-3) se ha recuperado el difunto acostado en posición fetal, mientras que en la mano sostiene, mirando hacia su rostro, una estatuilla de la diosa madre con formas esteatopígicas.

Fig. 2 - Tumba neolítica de Cuccuru S’Arriu (segunda mitad del IV milenio a. C.) (Archivo de la Dirección Arqueológica)

Fig. 3 - Dibujo del perfil de la estatuilla de diosa madre, que muestra un rico sombrero (Archivo de la Dirección Arqueológica)

En época nurágica, a partir del s. XVI a. C., el territorio presenta numerosos nuragas y poblados nurágicos, tanto en el promontorio de Capo San Marco como tierra adentro (figs. 4-5), definiendo un área rica y abierta a los contactos culturales.

Fig. 4 - El nuraga de Funtana Meiga, al norte de Tharros (foto de Unicity)

Fig. 5 - El nuraga de Funtana Meiga, al norte de Tharros, vista axial (foto de Unicity)

Por ello, en el Sinis, en Época Nurágica tardía, durante la segunda mitad del s. VIII a. C., surgió en Mont'e Prama el fenómeno de la estatuaria con piedras de grandes dimensiones, el cual está asociado a elementos provenientes de los contactos con los fenicios que frecuentaban el golfo de Oristán, incluso antes de la fundación de Tharros.