Restos Arqueológicos

Punta de flecha en obsidiana (necrópolis de domus de janas de Sant’Andrea Priu de Bonorva)

Las excavaciones realizadas en el hipogeo XI de la necrópolis de Sant'Andrea Priu (fig. 1) también desveló, a parte de escasos fragmentos de cerámica, una punta de flecha pedunculada en obsidiana con pequeñas alas (longitud de 4,4 cm).

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Fig. 1 - Domus de janas XI (de Taramelli 1919, fig. 41a, pág. 95).

El resto arqueológico (fig. 2), una herramienta relacionada con la caza, se puede enmarcar en la industria lítica de piedras talladas y es un objeto muy parecido a los ejemplares neo-eneolíticos de la isla (fig. 3).

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Fig. 2 - Punta de flecha en obsidiana (de Taramelli 1919, fig. 53, pág. 115).
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Fig. 3 - Puntas de flecha en obsidiana del Monte Arci expuestas en el Antiquarium Arborense de Oristano (de http://www.antiquariumarborense.it/it/Museo/Archivi/Reperti/Immagini/001_DSC_5879.jpg).

La materia prima con la que se ha realizado la punta de la flecha, la obsidiana, es un vidrio volcánico oscuro y brillante, cuyo principal yacimiento en Cerdeña se ha hallado en el complejo volcánico de Monte Arci (fig. 4), ubicado en la llanura de Campidano, en la antigua región geográfica de Marmilla, en cuyas crestas, las personas de la prehistoria, de finales del milenio IV a.C., recogían oro negro para crear herramientas de uso diario de formas y funciones variadas, como armas de proyectiles, lamas, perforadoras y raspadores. Menos frecuentemente, la obsidiana se utilizaba pulida para crear collares u objetos de decoración.

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Fig. 4 - El Monte Arci (de http://www.sardegnaturismo.it/sites/default/files/styles/img_primo_piano/public/digital_160699.jpg?itok=UpXGSLeV).

La herramienta lítica se obtenía mediante la elaboración de un núcleo de obsidiana mediante tallado y percusión. Para la fabricación de puntas de flechas, montadas y envueltas en pequeñas varas lacustres, usaban fragmentos pequeños de obsidiana.

Con la ayuda de herramientas de hueso realizaban el boceto del diseño de la punta, siguiendo las vetas de la piedra y siempre a lo largo de la superficie de fractura. Tras conseguir las medidas adecuadas, creaban el pedúnculo que colocaban sobre la madera uniéndolo con elementos naturales y cera de abeja para garantizar la estabilidad de la punta.

Por lo que respecta su datación, se puede ubicar en un amplio período cronológico correspondiente a una fase avanzada del Neolítico y el sucesivo pasaje al Eneolítico.

 

Bibliografia

  • TARAMELLI A., Fortezze, Recinti, Fonti sacre e Necropoli preromane nell’Agro di Bonorva (Prov. di Sassari), con rilievi e disegni del Prof. Francesco Giarrizzo, in Monumenti Antichi dei Lincei, XXV, 1919, coll. 765-904, p. 95, pp. 112 - 115.

 

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