La primera fase de la frecuentación antigua del territorio se plasmó en algunos ensayos de 1928 acerca de las excavaciones realizadas en el territorio de Dorgali de la mano de Antonio Taramelli, arqueólogo y estudioso de las antigüedades sardas.

El año sucesivo, tras el reconocimiento topográfico según la redacción de la página 208 de la Carta Arqueológica, publicó noticias breves sobre los monumentos conocidos y censados hasta ese momento.

"Debo indicar a los expertos el gran interés que suscita Dorgali. La belleza del territorio desde las soberbias montañas dolomíticas, hasta los encantadores bosques, los golfos repletos de un azul intenso, las misteriosas cuevas submarinas, los antros donde desfilan en procesión las estalactitas más sorprendentes".

Esto fue lo que escribió Taramelli en 1933, quien fue considerado uno de los padres de la arqueología italiana, en la presentación del informe exhaustivo sobre las investigaciones realizadas en el territorio, donde describe las investigaciones de la localidad nurágica de Isportana, la cueva de Su Anzu, la aldea nurágica de Tiscali (fig. 2), las tumbas de los gigantes de Biristeddi, el nuraga Mannu (fig. 1), Su Nuraghittu, la aldea nurágica del nuraga Arvu (fig. 3) y los restos de la vía romana Caralis Olbiam per ora.

Fig. 1 - Nuraga Mannu (de TARAMELLI 1933, fig. 11, pág. 450).

Fig. 2 - Aldea nurágica de Tiscali (de TARAMELLI 1933, fig. 4, pág. 443).

Fig. 3 - Planimetría de la aldea nurágica del nuraga Arvu (de TARAMELLI 1933, fig. 24, pág. 460).