Fichas detalladas

Las murallas

La roca de Posada estaba cerrada y protegida por una muralla triple (fig. 1). 
De la muralla más externa quedan algunos restos, colocados directamente sobre la roca e interrumpidos por algunas aberturas que se asoman hacia el mar (fig. 2).

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Fig. 1 - La roca del Castillo della Fava donde se indican las murallas (reelaborado por M.G. Arru, foto de Unicity S.p.A.).
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Fig. 2 - Detalle de la muralla más exterior del castillo, colocada directamente sobre la roca (foto de Unicity S.p.A.)

Pasando la muralla más externa, hacia el castillo, se llega cerca de los restos de la segunda muralla construida directamente sobre la roca y muy cerca de la muralla más interna del castillo. Esta muralla, llamada también "antemuro" (fig. 3), protegía a la fortaleza de un posible asalto directo de máquinas bélicas y, en su interior, incluía un recorrido para que los soldados pudieran vigilar el territorio de alrededor. En la parte superior se encontraban las almenas, detrás de las cuales los soldados se protegían de las flechas del enemigo en el caso de un asalto. A través de una puerta se atravesaban estos muros y se podía llegar hasta el castillo mediante un sendero  que giraba improvisadamente a la derecha, entre el antemuro y los muros más internos.

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Fig. 3 - Almenas güelfas del segundo muro (foto de Unicity S.p.A.).

La segunda muralla más interior del castillo se erige sobre la cima de la colina, con un perímetro vertical conservado solamente en el lado norte. Para acceder a la plaza de armas, originariamente se hacía a través de un portal con unas escaleras excavadas directamente en la roca (fig. 4). De este muro también quedan restos de almenas güelfas y, al igual que las otras, también se encuentran sobre la roca.

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Fig. 4 - Muro vertical de la muralla (foto de Unicity S.p.A.).

En el muro más interno todavía quedan restos parciales de los adarves (fig. 5). Estos caminos, desde donde controlaban y vigilaban la fortaleza, probablemente se encontraban en los laterales que formaban el perímetro de la plaza de armas, excepto en el área donde estaba la torre. Para acceder al adarve, subía por unas escaleras de madera o pasaban a la plaza de armas a través de las estructuras del interior.

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Fig. 5 - Sección de las murallas fortificadas con un soldado de guardia en el adarve protegido por almenas (de VIOLLET LE DUC 2002, fig. 49, pág. 684).

 

Bibliografia

  • M. CADINU, Il progetto della città nella Sardegna medievale, in G. MURA, A. SANNA, Paesi e Città della Sardegna. II. Le città, Cagliari 1999, pp. 91-101.
  • M. CADINU, Urbanistica medievale in Sardegna, Roma 2001.
  • A. CASTELLACCIO, Note sul castello de La Fava di Posada, in Medioevo. Saggi e rassegne, 15, pp. 55-84.
  • G. FLORIS, Il castello medioevale della Fava (Posada), in Acta historica et archaeologica mediaevalia, 29, pp. 257-297.
  • A. SANCIU, Posada. Centro storico. Recupero di materiali archeologici, in Erentzias. Rivista della Soprintendenza per i Beni Archeologici per le province di Sassari e Nuoro, I, pp. 376-377.
  • E.E. VIOLLET LE DUC, Encyclopédie Médiévale, Tome I, Tours 2002.
  • G. ZIROTTU, Posada. Un borgo sardo e il suo castello, Nuoro 1999.

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